Lecciones de abundancia.

Dejando por un lado la experiencia de conocer lugares y personas maravillosas, tengo la certeza que cada que viajo, atesoro una lección de vida que me gustaría compartir con todos ustedes.

Acabo de regresar de un viaje de casi un mes, por parte de Europa y Turquía. Tuve la oportunidad de visitar a grandes amigos, de esas personas que aunque no tengo tanto tiempo de conocerlas, en el corazón se sienten como una familia. 

En esta ocasión me gustaría hablar de la abundancia en todos los aspectos que representó mi visita a Rumania. 

Ligia y Marius, viven en una ciudad llamada Cluj Napoca ubicada en la región de Transilvania. Son dueños de una empresa que produce y vende 80 toneladas de queso al mes, exporta su producto a varios países de Europa y está buscando expandir su línea de productos. 

Los puedo describir como una familia muy abundante especialmente en el amor, en la forma que se tratan cómo pareja, en la forma que tratan a sus hijos y a todas las personas que nos encontrábamos por la calle y los saludaban, siempre con una gran sonrisa, un beso y un abrazo por lo menos. 

Estar con ellos me hizo conectar con esta abundancia que se ve multiplicada en todas sus demás áreas de vida, una casa muy bonita, autos de lujo, todo lo que se pudiera llamar una buena vida. 

¿Por qué hablo de abundancia en todos los aspectos?

Principalmente podría dar estos tres ejemplos: 

  1. Antes de emprender mis viajes me gusta pedir recomendaciones de lugares donde hospedarme.  Esto para no intervenir en la dinámica diaria de niños pequeños, escuelas, trabajo, etc. Mis amigos rumanos me recomendaron un edificio que renta Lofts de lujo para estadías largas y cortas que estaba cruzando la calle de su casa, les dije que si me podían mandar los datos para hacer la reserva, y me dijeron que ellos se encargan de reservar. Para mi sorpresa cuando llegué a este lugar y pregunté por la cuenta, me dijo el encargado que la cuenta ya había sido cubierta por mis amigos. 

Prueba de abundancia número 1: Cuando eres abundante no te cuesta dar, y de igual forma para ser abundante debes estar dispuesto a recibir, yo pude haberme negado y haberles pagado el costo de mi hospedaje, sin embargo, esto limita tanto la abundancia de ellos cómo la mía, y aunque parezca tonto, es algo que me costó aprender a hacer, recibir de los demás. 

  1. Uno de los días que estuve en Rumania, mi amigo Marius, me llevó a hacer Kayak. Al inicio me emocioné de realizar esta actividad en un país tan lejano y ajeno a mi. Sin embargo mi emoción no se puede comparar con la plenitud que me hizo sentir estar en medio del lago rodeado de montañas, escuchando la naturaleza. Era un día entre semana, el bosque estaba prácticamente solo, y en cada respiración sentía que inhalaba paz, felicidad, alegría, todo eso que en ocasiones se me olvida que está ahí, accesible para mí en cualquier momento. 

Prueba de abundancia número 2: sentirse pleno es más un ejercicio de práctica de la conciencia, que de un lugar o cosas. Se puede sentir todo el tiempo en todas partes. 

  1. Durante los días que estuve ahí, tuve pláticas muy profundas con Marius acerca de situaciones y retos de negocios que los dos teníamos. Fue muy enriquecedor para ambos, intercambiamos consejos y encontramos posibles soluciones. Ese día me quedó claro lo grande que es mi amigo como líder, su habilidad nata de escuchar a las personas y su experiencia resolviendo los retos de su empresa.

Ligia, su esposa, es la encargada de Relaciones Internacionales de la compañía. Tan sólo bastó con acompañarla 20 minutos a la escuela de sus hijos para darme cuenta lo buena, auténtica y genuina que es con quien se encuentre en su camino. Me dio un recorrido por la escuela y no había una sola persona que no la saludara con gran entusiasmo. La gente de Rumania es amable por naturaleza pero ella es de otro nivel. 

Prueba de abundancia número 3: aprendí la importancia de construir un equipo que se complemente en fortalezas diferentes, así como un liderazgo firme, empático y genuinamente interesado por las personas cómo lo hacen ellos dos.  

Gracias Ligia y Marius.

18 de Julio 2023.

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